
Ayer, montado en el tranvía pensé:
"Si volviese a nacer, sería Duquesa de Alba."
Las antenas tienen suerte porque encima de ellas sólo hay cielo… pero…
1. Si el cielo se cayese... ¿Qué fondo les quedaría?
2. ¿Se les acabaría la suerte?
3. O... ¿Morirían aplastadas?
“Engreído sin fundamento para ello”, así define la real academia a un idiota. Ahora supongamos que nuestro vecino o vecina del quinto es una persona engreída sin fundamento para ello… que mira a todo el mundo por encima del hombro, que cada vez que nos saluda nos come con la mirada en plan ¡arrrrrg! Y tú por dentro pensando “probe desgrasiaito…” esas personas incómodas de mirar e incomprensiblemente altaneras. Ahora bien, si uno de estos idiotas se levantase un día y por arte de magia le crecieran unas abdominales de estas como para lavar la ropa, rallar pan o queso…pues seguro que ya le gente no lo vería tan mal y pensaría…por lo menos tiene un cuerpo desscándalo, es de decir que de repente ya le habríamos encontrado su fundamento para ser engreído y dejaría de ser un idiota para pasar a ser un objeto de deseo… con un séquito a sus pies para reírle todas sus idioteces. ¡Se habría creado un monstruo!.. menos mal que las abdominales no crecen como las flores que si no… MIEDO.
Nos creemos tan especiales que no soportamos estar en un vagón de metro abarrotado de gente… Si se cortara la luz y tuviésemos que permanecer allí, a las dos horas habríamos vuelto a la JUNGLA GENERADORA.
Una vez mi primo Antonio me comentó que pasándole la aspiradora al ordenador, absorvió cuatro teclas. Un hecho insignificante, pero que me mantuvo pensativa todo el día.